domingo, 18 de diciembre de 2011

En lo que va de mi vida, siempre tuve muchos problemas, problemas que no tendrían que haber sido míos, problemas que me afectaban indirectamente, pero en fin, problemas de los cuales no vengo a hablar ahora. Durante mi adolescencia, esa clase de problemas siguieron existiendo, y también empeoraron. Por eso, siempre subestimé a los problemas que todos mis pares tenían: problemas de adolescentes. Muchas veces hé pensado "Ojalá yo tuviera esos problemas, y no estos" Pero creo que subestimarlos no fue algo bueno.
La vida se divide en etapas no por casualidad, tenemos una etapa en la cual nos divertimos con pochoclos y disney channel. Otras, en la cual el hecho de crecer se siente como lo mejor que puede pasar; fumar tu primer cigarrillo, el momento en el que la cerveza te deja de parecer algo asqueroso, primeros amoríos, primeras materias en diciembre, entre tantas cosas. Y no menos importante, la etapa que estoy viviendo: una etapa en la cual una gota es un océano, en la cual las chocolatadas se convierten en fernet, los caramelos en cigarrillos, y los besos en sexo. Esa etapa en la cual besas a alguien sin un por qué, en la cual al otro día hablás con ese mismo alguien como si nada hubiese pasado. Pero debo admitir, que cuando beso a alguien el cual de verdad siento una mínima atracción, vuelvo a la segunda etapa.
Ya saben, yo no creo en las casualidades y esa es una de las cosas por las cuales siempre voy a estar agradecida. Creo que cada persona que aparece en tu vida es por algo, pero puede pasar, que probablemente no sepas como acomodar en tu vida a esa persona que el destino te puso en el camino. Hé tenido amores no correspondidos, que terminaron siendo grandes amigos. Hé tenido enemigos, los cuales también terminaron siéndolo. Y también tuve amigos que se convirtieron en personas no muy apreciadas por mí.
Pero, it's a fact. Las personas aparecen en tu vida por algo y nunca hay que subestimar al destino. Pero bueno, como es de costumbre, me fuí por las ramas.
Hoy por hoy, me siendo una egoísta, como sentí a mucha gente durante mucho tiempo; haciendome problemas por peleas con amigos, por hombres, por odiar a esa persona que está delante del espejo, por resacas, por trabajos temporáneos, por peleas con familiares por caprichos míos, por no saber que ponerte ya que todo te hace ver horrible, entre tantas cosas. Pero bueno, esos pequeños problemas, mezclados con los de siempre, se convierten en gigantes. Pero no quiero decaer, por que tengo razones para no hacerlo, tengo personas las cuales me hablan y no me dejan caer, por más que yo no toque el tema. No necesito cantarles un "Don't let me down" para que estén ahí. Simplemente están, y por eso, es que trato de obviar todos esos problemas. La vida sigue, y siempre voy a encontrar un motivo para repetir esa frase una y otra vez, por que entre tanta violencia, todos necesitamos un poco de amor, y ese amor me lo dan esta clase de personas.

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